Stone (2010)

Seamos sinceros, lo que más vende en el cine son los trailers y los actores que se han ganado un lugar importante en las pantallas sólo por sus actuaciones. Uno de esos actores es el señor Robert De Niro quien goza de un curriculum tan espeluznante que hace que sea uno de los actores favoritos de miles de personas (me incluyo).

Entonces, cuando vemos un reparto principal formado por  Robert De Niro, Edward Norton y Milla Jovovich lo menos que nos pasa por la mente es la posibilidad de ver un bodrio tan aburrido y plano como el que nos presentó John Curran en Stone. Las decepciones comienzan desde el primer momento que te das cuenta que no vas a ver un thriller cercelario sino un drama de la categoría de Televisa. Un guión que va perdiendo solidez y opciones de giros inesperados  que con el paso de los minutos y cargado con una filosofía barata de religión inentendible que nos dirige hacía una pérdida total de 2 horas de nuestras vidas. Actores que de una u otra manera salvan del abismo un guión débil y somnoliento, pero, que lamentablemente confirman que los nombres son lo que más vende de una película.

¡Que viva la mercadotécnia!